53. FELICÍSIMO
Ay, Manolo, macho, de estas últimas fiestas ni me hables… Mira, Manolo, macho, me han servido, lo único, para romper —definitoriamente— con toda mi familia de tarados… mentales. Sí. ¡Como hay Dios que te lo juro! Y, sí, aunque ahora estoy solo —más solo, Manolo, macho, que el Toni Cantó ese en la Oficina del […]