27 DIAS
Roberto Aguiari | Roberto Aguiari

27 días esto es lo que falta para jubilarme. 35 años de honrada carrera al servicio de mi País. No es fácil ser policía hoy día. Desde el primer momento que llegué empecé, junto a un compañero, con el turno de noche y nunca lo dejé. La noche tiene su encanto, van Gogh decía “A menudo pienso que la noche está más viva y rica de colores que el día”. Con el paso del tiempo me quitaron el compañero por mi experiencia y cortes de financiación. No es un turno peligroso, a todo se le pilla el truco y se aprende a vivir este momento donde la realidad diurna se desvanece dejando paso a una realidad alterada, viciosa, falsa. 27 días y echaré de menos todo esto. A lo mejor me transformaré en un animal metropolitano nocturno, incapaz de dormir cuando las luces se apagan, con el reloj biológico alterado por años de servicio en la oscuridad. La noche es un mundo poblado por personajes que repudian su vida diurna e inventan una realidad paralela donde pueden ser lo que les da la gana. Es un momento donde se excede lo normal. Al principio se actúa escrupulosamente según dicta la ley pero al pasar los años los colores se matizan… Tampoco es peligroso como se suele pensar, es suficiente aprender a moverse, así ya sabes que después de las 4 la mayoría de los locales cierran vomitando ejércitos de borrachos en búsqueda de un after-hour donde poder seguir con su locura. El chico, ese grandote, de relaciones publicas se gana un extra distribuyendo bolsitas con “polvo mágico”, las putas disimulan su profesión, hay pequeñas peleas, casi siempre, por una minifalda demasiado mini, en todo esto es suficiente hacer la vista gorda y esperar a terminar el turno. Si pasa algo en alguna discoteca se llega después de que los porteros han restablecido el orden y por su servicio se pasa de los métodos utilizados… somos parte del mismo equipo…
27 días en esta noche tranquila, muchos recuerdos buenos y menos buenos. Gente con la vida echa polvo, drogadictos, jóvenes quemados… Pero la vida sigue y la mía es de un honrado policía que se esta por jubilar. Me dedicare a la pesca…
Una llamada a la radio me comunica que hay desordenes en el barrio judío donde están las principales joyerías. Tengo que acudir, seguro al ver los coches de la policía todo se presentará tranquilo como si nada hubiera pasado. Ya he llegado y efectivamente todo parece tranquilo, unos movimientos al final de la calle pero nada que parezca fuera del común. Alguien ha disparado mejor correr. Uff no estoy acostumbrado y ya me falta el aliento. Decididamente me encuentro fuera forma, he tenido que sentarme… tumbarme… aunque no he visto lavar la calle noto un charco húmedo bajo mi vientre… Tanto estoy fuera condición? Estoy como mareado, las luces se confunden, escucho otras sirenas llegar pero ahora solo veo sombras y empieza a hacer frio… Solo me faltaban 27 días…