1700. EL CASI PERFECTO ASESINO
El tipo era el mejor en su trabajo. Preciso, exacto, impecable. Se jactaba de que no había casos imposibles para él. Difíciles, sí. Imposibles, jamás. Su desempeño siempre era limpio. Un disparo certero en la cabeza y pum, fin del asunto. 50% como adelanto, 50% con la aparición del cadáver. Luego, lo de siempre. Policía, […]