Él siempre juró que no había hecho nada. En nuestra primera entrevista, antes incluso de presentarse, me lo dijo; señor abogado, yo no he hecho nada. No me llames señor abogado llámame Diego. Diego, le juro que yo no he hecho nada de lo que me acusan, se lo juro por mis hijas. Tutéame. Te lo juro, no he hecho nada, no había visto a esa mujer en mi vida. No te preocupes, yo te creo. Claro que te creo y te garantizo que vas a tener una buena defensa, no creas lo que dicen, un abogado de oficio no tiene porque ser malo, bueno, sí es verdad que alguna compañera mía no se toma demasiado en serio el trabajo, pero yo sí, yo soy un hombre, soy un buen abogado y yo te voy a defender como si me pagaras un dineral y además sé que eres inocente. Eso le dije a…¿Pedro? ¿Raúl?, no recuerdo su nombre. Le condenaron. Dieciséis años por una violación y asesinato que no cometió. Fui yo el que lo hice, pero eso ya da igual, el sistema ya tiene su culpable. Ahora dejaré pasar unos meses antes de buscar a otra persona a la que defender.