Algo no huele bien
David Phillips Anglés | Phida

“Tras una larga deliberación y después de poner a trabajar a mis células olfativas de una manera incansable durante un periodo más largo de lo habitual en mí, he llegado a una conclusión.
Presentadas todas las pruebas, analizadas las evidencias, investigados los actos y seguido el rastro de todas las pistas, he podido resolver el crimen que nos lleva a reunirnos hoy aquí, queridos amigos y amigas.
Tuve momentos de dudas, como en el caso del cartero, pero siempre supe que la respuesta estaba ahí y sólo necesitaba buscar con más determinación. El diablo está en los detalles y únicamente basándonos en lo que sabemos que es verdad podemos llegar a resultados que también lo sean.
Por un instante, confieso, que incluso dudé de mis propias capacidades, lo sé, lo sé amigos, no debería ni por un segundo poner en duda lo que tantas otras veces he podido demostrar y muchos de vosotros habéis sido testigos. Pero uno no puede evitar la humildad de pensar que es capaz de equivocarse.
Quedé atascado por un tiempo en la misma idea de manera obsesiva como siguiendo mi propia cola y esto nubló mi juicio de una manera terrorífica. Esto me hizo en ocasiones obviar claves que tenía bajo mi magnifico olfato de detective. Pero también sabéis que soy distraído, perro viejo ya, que mi mente analiza a una velocidad que en ocasiones me impide distinguir la realidad de mis propias teorías, y este don es incluso capaz de boicotearme, como en el caso de aquella sombra.
Pero pude concentrarme a tiempo y no he sido yo quien ha cometido un error, sino el criminal. Todo apuntaba en una dirección. Todo había sido dispuesto de forma que creyésemos una mentira que había sido cuidadosamente confeccionada, pero yo he sabido descubrirla y os la voy a exponer a continuación.
Mi conclusión final es definitiva, el humano nunca llegó a lanzar la pelota. De haber sido así habría salido del parque y por eso no la encontrábamos. Podéis dejar de buscar. La escondió en el bolsillo cuando no mirábamos y nunca la volvió a lanzar. Sigue ahí.”

Todos lo perros del parque se acercaron a Daniel y comenzaron a ladrarle sin un motivo aparente.