Allí estaré
Paula Espinosa Suárez | Chequia

Amanecía en el momento en que el delincuente se colaba por la boca del metro. No le daría alcance, sería más razonable dejarlo. Otra vez se escapaba en sus narices.
Ideó atraparlo cuando saliera en la Plaza de España. Sabía que sería allí por el chivatazo que le había dado el vecino del muerto.
Colocó bien la cazadora que llevaba puesta y se subió bien el pantalón. Mesó el poco pelo que le quedaba e inspiró aire.
Encendió la sirena del coche policial y se incorporó a la carretera rumbo a su propósito. De repente, sonó un estruendo y la boca del metro saltó por los aires; ya no podría cumplir su añorado sueño.
Seguiría trabajando allí o pediría el traslado para empezar de 0?