‘-Hace un buen día- comentó un hombre con bigote soltando humo por la boca.
-No lo creo – contestó su acompañante, un hombre con barba, llevándose la pipa a los labios.
Ambos disfrutaban del sol sentados en un banco delante de la estación de policías.
-Dicen que están trabajando en un nuevo caso de asesinato- el hombre del bigote se rascó la barbilla.
-Yo he oído que están trabajando en un caso de hurto mayor- dijo el hombre de la barba rascándose la cabeza.
– ¿No era hurto menor? –
– ¿No decía usted que era asesinato? –
-Puede ser-
-Pues será-
El hombre de la barba soltó humo.
El hombre del bigote se llevó la pipa a los labios.
-Sospechan que ha sido una mujer- el hombre se acarició el bigote.
-Yo he oído que era un hombre- el hombre se acarició la barba.
-Yo creo que se equivoca usted-
-Pues yo creo que estoy acertado-
-Puede ser-
-Pues será-
-El arma usada fue un cuchillo de cocina- el hombre del bigote alzó la cabeza.
– ¿No fue un revolver? – el hombre de la barba bajó la cabeza.
-Puede ser-
-Pues será-
Un niño rubio los señalo desde la otra acera.
-Madre, ¿Por qué hay dos hombres con esposas allí? –
-El del bigote asesinó a una mujer con un cuchillo de cocina y el de barba atracó un banco a punta de pistola-
-Se equivoca usted- interrumpió una mujer que pasaba por allí- el del bigote atracó el banco y el de varaba cometió el homicidio-
-Pero mamá, dijiste que era un asesinato- dijo el niño rubio.
-Mi mama dice que es un homicidio- dijo otro niño pelinegro que estaba agarrado a la mujer que había interrumpido.
– ¡Cállate! –
– ¡Cállate tú! –
– ¿Se están peleando esos niños de allí? – Preguntó el hombre del bigote rascándose el codo.
-Yo creo que se están abrazando- Respondió el hombre de la barba rascándose la rodilla.
-Puede ser-
-Pues será-