BENITO BELÉNGUER, INVESTIGADOR PRIVADO
Jorge Aznar Aznar | Jorge Aznar Aznar

Benito Belénguer investigador privado, se dedica a casos de divorcio, vigilancias S.S…. Ojea el periódico, una noticia llama su atención: sacerdote muerto, reconoce el nombre, lo ha investigado.
Llama al comisario Matías Hernández para ofrecer la información que tiene.
En el sótano de la vivienda del sacerdote, que ha sido restaurada, están reunidos, Benito, el comisario, Manuel el sacristán, Carmelo Ayuso, Pedro Martín el carpintero, Félix Artigas, albañil, José Gonzalvo, farmacéutico, Marcial López, mayordomo de la cofradía, que pertenecen los cinco con sus esposas y dos guardias.
El comisario dice que ha reunido a todos, para esclarecer la muerte de Don Milton, he hecho venir al investigador Benito Belenguer que tiene información valiosa.
Benito: La puerta es el único acceso a la iglesia, estaba cerrada por dentro, con la llave puesta, hay tres llaves, una la tiene Manuel, otra Marcial y otra el sacerdote. La policía accedió quitando unas tablas de la puerta, el cuerpo apareció en la sacristía, con cinco puñales clavados, que habían cogido de la imagen de La Dolorosa.
El asesino o asesinos, no pudieron salir de la iglesia, en la sacristía hay una puerta que da al rellano donde hay una puerta metálica que da a la Cripta, y otra que da a un pasadizo que no tiene salida, según Manuel esas puertas no se abren desde que se restauró la iglesia.
Tiempo atrás don Carmelo me encargó investigara a su esposa, ya que en los últimos meses, había sacado del banco más dinero del habitual, se arreglaba mas y dedicaba más tiempo a los asuntos de la cofradía.
Descubrí que tenía estrecha relación con don Milton, joven sacerdote ecuatoriano, muy cristiano, pero la sangre le ardía, tenía un coche caro, fuera del alcance del sueldo de un cura. También tenía relación con las esposas de sus amigos.
Casi a coro protestaron airadamente los cinco amigos.
Manuel pidió salir del sótano.
Ustedes despechados lo asesinaron.
Marcial dijo: nosotros ese día teníamos comida aquí mismo, en nuestro local, pueden preguntar en el bar de arriba, puesto que para entrar aquí tenemos que pasar por él.
Efectivamente tienen testigos que les vieron entrar, con bolsas de comida, como otras veces, luego olor a rancho y salida bastante tarde. Entonces… ¿Cómo pudimos matarlo?
Benito pidió callar, se oyó una campanilla, al momento otra vez y otra, señaló hacia donde venia el sonido. Entraron por un agujero de esta pared, cerraron la puerta de la iglesia, cometieron el crimen, y salieron por este mismo sitio. Las llaves de la cripta y del pasadizo, están en un cajón de la mesa de la sacristía, como don Marcial tiene llave de la iglesia fue fácil hacer copias.
Hará quince días que colocaron este friso para que las sillas no dañaran la pared y para tapar el agujero que habían hecho que daba al pasadizo.
Marcial gritando: quiten el friso, a ver el agujero.
No hace falta quitar el friso, la pared está reparada, en las bolsas de comida también entraron herramientas para dejar todo perfecto.
Quedan ustedes detenidos, dijo el comisario.