BISSAU
JORGE MANUEL LUCAS ALVES | JORGE MANUEL

Después de dos horas de vuelo los helicópteros llegaron a su destino, el cuartel del mosquito, como era conocido por la tropa, situado a pocos kilómetros de la frontera con Senegal. Uno a uno los helicópteros fueron bajando siempre con la atenta mirada de uno de ellos, el llamado lobo malo, que vigilaba con un potente cañón la jungla que parecía querer engullir aquel pequeño cuartel.
– Capitán Neves! Soy el alférez Santos. – Se presentó así que el oficial salió del helicóptero llevando consigo su petate y un periódico que había comprado en Bissau.
– Santos! Quiero hablar contigo!
Una vez en el edificio de mando el capitán le hizo varias preguntas al alférez, el oficial que había quedado al mando después de la muerte del capitán y de otros cuatro militares más, dos tenientes y dos sargentos primero. Este le contó que habían muerto la noche que la base sufrió un intenso castigo. Sus cuerpos habían sido encontrados con una bala en la espalda. También le contó que los cinco eran muy amigos y que les encantaba los burdeles de Bissau.
– Un tiro por la espalda!
Los días pasaban y el capitán siguió con su investigación. Toda la tropa fué llamada.
– Mierda! – Dejó soltar un puñado de folios sobre la mesa. – Cinco personas son asesinadas y nadie sabe de nada. – Se puso de nuevo a leer lo que había apuntado de cada soldado.
– Ha habido suerte? – Preguntó el alférez, la única persona que tenia una gran cuartada. En la noche del ataque se encontraba en la enfermería sufriendo de malaria.
– Nada.
– Puedo coger el periódico?
– Sientate en aquella silla y léelo.
El alférez cogió el viejo periódico y empezó a leerlo.
– Coño! Santos, escucha lo que tengo de este cabo primero. El cabo primero Almeida, cocinero, asiduo frecuentador de burdeles, castigado con treinta días de prisión por disturbios en un burdel de Bissau el pasado mes de enero. Joder! Parece que se divirtió de lo lindo por noche vieja! Qué te parece? Vaya fichaje!
– Ha dicho enero?
– Si, viene aquí.
– Mire esta noticia del periódico. Aquí dice que han pasado seis meses y que todavía no se han encontrado los cinco blancos que aporrearon a varias prostitutas en Bissau causando la muerte de una de ellas, de una mujer blanca.
– Cinco blancos… .
– En un burdel, será el mismo?
– Una venganza?
– Una mujer blanca muerta. Empiezo a recordar de haber escuchado a la tropa decir que Almeida tenía una hermana muy buena y que la habían visto entrar varias veces en un burdel de Bissau.
– Dios mio! No me digas que…
– Tiene sentido.