CASO ABIERTO
CARLOS CAIMARI SALAET | Carlos

Soy el agente con número de placa 666 y me han asignado la investigación del caso de la desaparición del marido de Wendy, enfermera del Hospital de niños huérfanos de mi pequeña localidad de Nuncapasanada. Me está rondando, durante el sueño, la nítida imagen de una cerveza bien fría cuando suena el despertador. Mientras estoy tumbado en la cama cojo mis gafas que estaban depositadas sobre la mesilla de noche y al ir a ponermelas, mi cabeza ha desaparecido de la almohada. Busco la cabeza con urgencia, me pongo en pie, salgo de la habitación y me debato en las tinieblas del pasillo hacia la cocina para calmar la sed que se había apoderado también de mí en este mismo instante.
Llego hasta la puerta de la nevera, la abro de golpe y allí junto a la anhelada cerveza hallo mi cabeza perfectamente seccionada por el cuello mirándome con ojos vidriosos y petrificados. Espantado decido llamar a mi mujer, que hoy tenía turno de noche en su trabajo, para pedirle explicaciones. Marco desesperadamente su número de móvil, se pone al otro lado una voz de hombre que responde:¿quién diablos llama a estas horas?
Contesto:Soy el agente 666, ¿quien eres tú?
Soy la pareja de Wendy y lo vuestro ya terminó hace más de cinco años, no vuelvas a llamar más.
Se me escapa un flash de memória, mis recuerdos habían quedado congelados durante más de un lustro y el caso aún no había sido archivado por el juez. Caso abierto.