El detective García se devanaba los sesos tratando de descubrir qué había ocurrido en la madrugada de la noche de San Juan. Ningún vecino vio nada aquella noche. De algo estaba segurísimo García: la hija del alcalde había sido asesinada.
Los primeros en ser interrogados fueron los padres de la joven, los cuales coincidieron en que Alicia cenó con ellos y que luego se fue con sus amigas. Todas contaron lo mismo, exceptuando Valeria y supo que ambas eran íntimas desde la infancia, que Valeria tenía un hermano mayor, Samuel, y que éste mantenía una relación en secreto con Alicia, dada la diferencia de edad de ambos.
García y Lucas, su ayudante, fueron a la casa de los hermanos y, mientras el detective inspeccionaba las habitaciones, su compañero se encargó de interrogar a Valeria. Lucas trató de averiguar si su hermano era el asesino y la joven, sin apartar la mirada del suelo, comenzó a llorar. De repente, las cartas del juego estaban bastante claras, Samuel sería interrogado directamente en comisaría.
Una vez allí, mientras Lucas sacaba información al joven, el detective decidió hojear un diario que había encontrado en el cuarto de Valeria. Sabía que no encontraría nada interesante ya que tenía todas las expectativas puestas en la confesión del chico, sin embargo, después de treinta años de experiencia, se equivocaba y, antes de que Lucas diera por concluido el interrogatorio, el detective entró de golpe en la sala:
‘Hola Samuel, soy el detective García, creo que no nos hemos presentado. Antes de acabar, me gustaría saber un par de cosas más, ¿te importa?’.
‘Adelante’ – contestó el joven.
‘Según he leído en los informes, la mataste con una navaja, ¿es cierto?’.
‘Sí, me gusta llevar una siempre encima, por si la necesito en algún momento’.
‘Entiendo. ¿En qué bolsillo la llevabas aquella noche?’.
‘No… no lo recuerdo’.
‘Normal, son cosas que no se piensan, ¿verdad?’ – El detective rio- Samuel, una última cosa antes de concluir con todo esto, la navaja ¿en qué lado se la clavaste?’.
Samuel dudó al principio pero en seguida contestó:
‘En el lado derecho’.
‘Es justo lo que esperaba oír, recoge tus cosas, puedes irte’.
Samuel lo miró sorprendido.
¿Por qué? He confesado que soy el culpable. No entiendo nada’.
García le contestó:
‘Sabía que me equivocaba y tú lo has corroborado. Alicia fue asesinada por la espalda, es decir, por sorpresa, y tú ibas acompañándola aquella noche. La única persona que me queda como sospechosa es aquella que está enamorada de ti y ha dejado constancia de ello en su diario. Es muy noble por tu parte encubrir a tu hermana pequeña, pero no te ha salido del todo bien. Lucas, caso cerrado’.