Daniel Manrique, alias SeñorMoney, era un influencer que tenía más de un millón de seguidores en YouTube, donde enseñaba diferentes «métodos» para ganar dinero en internet. Dos disparos por la espalda acabaron con su vida el día de Año Nuevo.
Cuando el experimentado inspector de policía asignado al caso –Mateo Muñoz– llegó a la escena del crimen, le puse al corriente de lo que sabíamos.
—Su nombre es Daniel Manrique, nacido en Madrid, 22 años. Tenía la documentación en la riñonera. No parece que le hayan robado nada —le informé.
Eran las once de la mañana y, según el forense, el SeñorMoney había fallecido alrededor de tres horas antes. Un jubilado que paseaba con su perro por el Paseo fluvial del río Manzanares dijo haberlo encontrado muerto a las ocho y cuarto. El cadáver estaba tumbado boca abajo junto a un árbol.
—Bien, Luis. ¿Sabemos a qué se dedicaba? —me preguntó Muñoz.
Esa misma tarde, empezamos a visionar los últimos vídeos que tenía subidos en su canal de YouTube. Encontramos uno en el que decía que cada mañana, muy temprano, hacía deporte. En otro vídeo se le veía hablando mientras corría por el lugar donde fue asesinado. Asimismo, nos llamó la atención que en algunos vídeos aparecían numerosos comentarios echándole en cara que les había timado; sobre todo uno en el que Daniel recomendaba comprar una determinada criptomoneda. Descubrimos que, aunque en un principio el valor de dicha criptomoneda llegó a ser altísimo, luego bajó hasta casi no valer nada. Muchos incautos perdieron grandes sumas de dinero.
Muñoz y yo comenzamos a interrogar a seguidores del SeñorMoney –muy indignados– que vivían en Madrid. Yo solo llevaba dos meses como inspector en prácticas y nunca olvidaré los terribles dramas con los que nos encontramos.
—Buenos días señora, queremos hablar con Pablo García. ¿Es su hijo? ¿Está en casa? —le pregunté a la madre de uno de los estafados cuando nos abrió la puerta de su domicilio. Vivía a menos de un kilómetro del lugar del crimen y jamás olvidaré su cara. Palideció antes de responder.
—Es mi hijo, falleció en Nochebuena —dijo temblorosa. Al parecer, su hijo se había suicidado tras perder todos sus ahorros invirtiendo en la criptomoneda del SeñorMoney. Dejó una nota de despedida.
La madre de Pablo estaba destrozada. A primeros de diciembre, su marido también había perdido la vida a manos de unos ladrones que atracaron el banco donde era vigilante de seguridad.
Después de interrogar a un buen puñado de afectados, la investigación estaba llegando a un callejón sin salida. Quizás alguno de ellos podría haberlo matado. Pero, salvo sus quejas e insultos hacia el SeñorMoney en YouTube, no teníamos más pruebas. No obstante, analizando todas las pistas, el inspector Muñoz dedujo quién fue la persona que lo asesinó: conocía bien el lugar del crimen, tenía un motivo y usó la pistola que perteneció a su marido cuando este trabajaba.
La madre de Pablo García, al ser detenida el día de Reyes, enseguida confesó.