La mejor enemiga y la peor amiga de la mujer moderna son las redes sociales, eso es comprobado cuando Zendaya, una cantante americana, es encontrada muerta con aparato sexual delante de su webcam. Todo demuestra que Zendaya estaba probando el nuevo dispositivo de relaciones sexuales a distancia, pero para Wynda Navarro, joven negra del departamento de feminicidio y homicidio, no es una muerte simple.
El cuerpo de la víctima es transportado al local del DFYH, donde Maider le tendrá que hacer unos análisis para determinar la verdadera causa de la muerte. La detective Wynda, por su parte, se dirige a la empresa de fabricación del dispositivo.
Al llegar a la empresa, aprende que Zendaya es soltera y firmó para probar si el dispositivo está funcionando bien. El propietario de la empresa le asegura que no hay ningún inconveniente con los dispositivos, ya que Zendaya no es la única en utilizarlo y que los tiempos de prueba de Zendaya habían caducado desde meses.
Wynda vuelve al apartamento de Zendaya, su cuarto es tan desordenado que es difícil saber si otra persona entró. Encuentra los mensajes de Zendaya con el hombre con quien ella estaba probando el dispositivo, pero los mensajes del hombre están borrados.
Wynda hackea las redes sociales de Zendaya para obtener acceso a todas sus cuentas, ahí se da cuenta de que alguien antes de ella ya lo hizo. Utiliza las informaciones encontradas para dar con el paradero del hacker, no esperó mucho para lograr lo que quería. A punto de desconectarse, la detective entra sin querer en un archivo con una etiqueta blanca. En el archivo hay muchos vídeos de ella en su cuarto, de ella quitándose la ropa para ir a bañarse, de ella utilizando otros juguetes sexuales en su cama.
Wynda finge hacer una llamada, ella dice que encontró un testigo de lo que pasó y habla del lugar donde ella y él tienen una cita para darle las pruebas. El hacker estaba escuchando todo, y se preparaba para atacar a la detective y el testigo.
Wynda manda un mensaje de texto a la agencia y pide que policías civiles se pongan al tanto de su señal. Como esperado, el hacker llega mirando a todos los lados, ve a la persona sentada en un banco, se sienta, le apunta en la espalda con un revólver sin saber que la persona sentada es la detective en persona.
Pero algo atormentaba a la detective. En las redes sociales de Zendaya, ella se había fijado en tres otras personas quienes le mandaban mensajes de amenazas.
Cuando llega a la agencia, Lucía, responsable de la cibernética, le entrega los datos del dispositivo que utilizaba Zendaya. Los datos muestran que otra persona se había conectado durante mucho tiempo con otro dispositivo. El poder de los dos dispositivos causaron una electrocución en el dispositivo de Zendaya, pero los análisis demuestran que ella fue asfixiada.
Entre el empresario, el hacker y las dos personas que utilizaban el dispositivo, ¿quién es menos culpable?