Creo que ese de ahí merece morir. Sino ¿porqué me mira así?. No hay otra explicación, ha hecho algo horrible y duda de todo el mundo. Yo evitaré que siga sufriendo. Parece de carácter débil. Le preguntaré si puede acompañarme a la parada del autobús con la excusa de que no conozco la ciudad y no veo muy bien, je,je,je. Esto siempre funciona a mi edad. Si todo sale como espero pronto estará a mi lado en la cafetería de la esquina tomándose un té con cianuro o quizá emplee esta vez las tijeras que me regaló mi amiga Juli. La pobre no sabía que hacer con ellas. «Son demasiado grandes», decía, » se me caen de las manos», je,je,je. La chaqueta que lleva ahora no es demasiado gruesa, traspasarán fácilmente, si. ¡Ay!, a veces me entran terribles dudas. ¿ Cómo debo de acabar con sus sufrimientos?. Siempre soy yo la que tengo que elegir el método y eso no es tarea fácil. Todos los días no se encuentra una preparada para ayudar a la gente con la misma urgencia con que la necesitan. Además luego no me dan ni las gracias. Desde luego que mundo…