Desde la sombra
Carla Pujales Souto | Caaar

Ella tenía que morir. No era alguien que mereciera estar aquí, entre los vivos. Su poder la hacía crecer, pero no como alguien que madura conforme pasan los años, sino que su ego se volvía mayor. No entiendo cuando empecé a odiarla, miento, en realidad sí. Desde el momento en que se había inventado que mi hermano, el heredero al trono de Lanter, supuestamente la había acosado, violado y maltratado en su relación de años. Días después el se había quitado la vida. Sin embargo, las tornas cambiarían.
3 Meses antes:
Alguien llamaba a la puerta. Era muy temprano para que alguien quisiera hablar conmigo.
-Buenos días Renata. Que te trae a las 8:30 de la mañana? No tienes a otra alma que torturar?
Renata era mi secretaria. Trabajaba como guardaespaldas personal para proteger a aquellos famosos que lo necesitaban
-Una buena causa querido. Tengo un trabajo para ti. Que te parece, la idea de trabajar protegiendo a la ex-prometida de tu hermano?
-Perdón?
-Lo que escuchas. Su padre te quiere contratar. Gracioso, cierto?
-Creo que no tiene ni pizca de gracia.
Esto parecía una broma del destino, o bien me odiaba o era una prueba que me ponía. Y no sé si estaba dispuesto a aceptarlo.
-Dile que mañana le diré mi decisión
-Como quieras, piensalo bien.
En ese momento se va y me deja solo con mis pensamientos.
La decisión, fue algo muy complejo para mí, pero lo había aceptado. Mi venganza se cumpliría y tanto ella como los que la rodeaban, sufrirían la repercusión de sus estúpidos actos.
Él no sólo me había ofrecido trabajar, si no vivir allí, con ellos.
Por fin estaba en el punto de partida. El plan ya comenzaba en ese mismo instante.
Hace 2 meses
Los días allí eran una tortura. No por el trabajo en sí, pues me dedicaba a ello. Era aguantarla a ella, a su manía de descontrolarse y desobedecerme a mí, creyendo que todo esto era un juego. Todos los días o eran amenazas o disparos atentando contra ella.
El rey, también decidiera contratar a un detective y a una periodista de investigación. Así mientras yo la protegía, ellos descubrieran a él causante de todo. Aunque su trabajo, no interfiriera en este, en la otra parte del empleo, me complicaban las cosas. Sin embargo, los vigilaba a todas horas incluso escuchaba a escondida sus conversaciones
-Esto cada vez se complica Majestad. Las amenazas incrementan y estamos lejos de hallar al responsable
-Os pago por algo, hacer vuestro trabajo y encontrar al maldito que va detrás de ella. No perdáis el tiempo, fuera.
1 h 20 min
Aquella tarde me llamaban por el teléfono a todas horas, hasta que por fin respondí
-Esto es peligroso, te dije que no me llamarás
-Lo sé, solo quería preguntar qué tal va todo allí
-Bien , va bien, mi papel de guardaespaldas está saliendo a la perfección. Nadie sospecha. Cuando por fin la mates, yo entraré en acción
Clic
-Manos arriba…
-Guarde silencio hasta que le digamos lo contrario. Le tomaremos declaración en comisaría.