Despropósito
Carolina Saavedra Cupeiro | Hilvano

Despropósito…

Violeta Thompson, veinte años, desapareció una mañana cuando se dirigía al trabajo.
El sonido del teléfono despertó al inspector Muller, que un día más se había acostado borracho. Fue al descolgar el auricular cuando descubrió a la mujer que dormía a su lado, no recordaba nada de la noche anterior.
Haciendo un esfuerzo sobrehumano sacó la mano de entre las sábanas.
─Es importante que acudas al Parque White —dijo una voz femenina al otro lado.
«¿Qué cojones querrán ahora?», se preguntó él. Y recordó que su mujer le esperaba en la consulta del ginecólogo.
—Hemos encontrado el cadáver de un hombre en los columpios del parque. Entre sus pertenencias ha aparecido una fotografía de una tal Violeta Thompson ─continuó la misma voz, sin esperar respuesta del interlocutor.
—¿Violeta Thompson?
La joven, abriendo los ojos con dificultad, preguntó: ¿Qué pasa?
─Violeta, darling, tienes que abandonar esa costumbre de ir matando por ahí.
Ella con una sonrisa en la mirada, gateó sobre la cama hasta encontrarse con la cintura del inspector. Cogió su pene entre los labios y comenzó a lamerlo.
Muller comprendió que llegaría tardé a la cita con el médico de su mujer. El cadáver también podía esperar.