Dios mío siento frio, no sé qué ha pasado, no puedo moverme, acaso ¿Estaré soñando?
Dolor, tengo dolor, pero no se que parte de mi cuerpo es la que me duele.
Puedo escuchar como si estuviese lloviendo, pero no veo nada, la oscuridad lo inunda todo, aunque percibo el olor de la lluvia mezclado con otro más, así como a hierro, me es familiar pero no termino de saber que es.
Un momento, oigo pasos, se acercan.
Ese olor huele a tabaco mezclado con wiski…
Creo que me están trasportando a algún lugar, no puedo sentir nada pero acabo de escuchar el portazo de un coche y como alguien decía que todo terminara enseguida.
Tengo miedo…mucho miedo.
Creo que me he vuelto a desmayar, vuelvo a ser consciente y creo que he cambiado de lugar, ahora empiezo a recordar de que alguien me atacó, escondido en las sombras, ¡maldito cobarde!!!! Ni siquiera me diste tiempo para poder defenderme.
Y ahora que va a ser de mí, aquí en algún lugar, supongo que estoy relatando mis últimas horas, el olor a hierro que percibía ahora ya sé que es, es mi sangre, la noto como cae por mi nuca y está mojando mi espalda.
Supongo que alguien me echará en falta o no, después de la pandemia me volví muy asocial y apenas tengo contacto con dos o tres personas.
Y bueno, tampoco es que hable con ellos a diario, así que si, este va a ser mi fin.
No se las horas que llevo aquí, ni si es de noche o de día, lo único que me consuela es que hace ya mucho rato que no siento dolor, quizás la próxima vez que me desmalle no vuelva a despertar.
O quizás ya estoy muerta.
Mi consciencia me vuelve a despertar, vuelvo a oír pasos, muchos pasos, voces, pero no sé qué dicen…
Y vuelvo a oler algo familiar, huele como mi pequeño Odie.
El perro acaba de ponerse a ladrar como si no hubiese un mañana.
Oigo pasos corriendo y como alguien le dice “Buen chico Mark buen chico”
-¡Teniente está aquí, La hemos encontrado!!!!
Sé que me están tocando, pero no los siento.
Cada vez tengo más miedo.
-Teniente creo que está muerta, no le encuentro el pulso y está muy fría.
-Hemos llegado tarde
solo espero que no sufriera mucho.
La luz ciega mis ojos y me estoy viendo a mí misma tumbada sobre un montón de escombro, semidesnuda, dos policías están inclinados sobre mi cuerpo inspeccionándolo.
Mientras algo frio toca mi mano.
Es el, Mark, el perrito que ha descubierto mi cuerpo.
El parece que puede verme, me mira a los ojos sentado justo frente lo que creo que es mi espíritu.
Y ahora ¿Qué?
Se abrirá el túnel con la luz, o permaneceré vagando como un alma en pena.
No hay un manual para saber qué hacer.
voy a encontrar al culpable, supongo que mi alma no va a descansar hasta que ese desgraciado pague por ello.