Era una noche fría como el hielo de calles vacías y oscuras cual abismo cuando Ésni iba caminando disfrutando de su compañía tras un largo día a sus espaldas, de repente, oyó un fuerte ruido a lo lejos que dejó su corazón paralizado por completo.
No quería mirar, pero algo en su interior le incitaba a ello, se armó de mucho valor y emprendió camino hacia ese fuerte ruido que escuchó, cuando llegó, jamás podría olvidar lo que sus ojos estaban viendo en ese momento.
Había un corazón de silicona de color azul aguamarina en el suelo al lado de un cuerpo, éste, le faltaba el corazón pero tenía apariencia de estar durmiendo, no sin vida, tenía sangre aún en el interior de su cuerpo fluyendo y el hueco de donde tenía que estar el corazón latiendo, mientras se alejaba una figura alta y negra cuál ébano sin usar los pies para alejarse de la escena del crimen, cuando asimiló que esa figura ya no suponía amenaza porque estaba lo suficientemente lejos llamó enseguida a la policía de manera anónima para alertar del cuerpo, pero la sorpresa se la llevó la policía cuando llegó a la escena del crimen y vio que no había huellas y que , quién les hizo la propia llamada era la víctima, Ésni vio su propio cuerpo sin saber cómo se le escapó su vida.