El Cuerpo
Santiago Torres Fernández | daedel

Los casos absurdos de la inspectora Parisi

Procedemos al análisis del cuerpo. Lo primero que salta a la vista es la ausencia completa de cabeza y cuello: ambas han sido cortadas con precisión, y aparentemente de un solo tajo. Los pies han sido rebanados también de forma quirúrgica, así como las manos. ¿Alguna clase de ritual? ¿Un fetichismo sexual?
Por otro lado, la piel parece haber sido afeitada minuciosamente. No hay un solo rastro de vello. Pero el elemento más perturbador es sin duda el enorme orificio inguinal por el que se aprecia, claramente, cómo los órganos internos han sido erradicados. No hay presencia de intestinos, hígado, páncreas…una evisceración total y absoluta.
Practicando un corte en la zona pectoral, se observa a su vez la ausencia de corazón y estómago. ¿Qué clase de loco ha podido realizar una operación así? ¿Qué motivos, racionales o irracionales, han llevado a su mente degenerada a practicar con extremado sadismo todas estas actuaciones?
No debo dejar llevarme por las emociones, ni por el pánico. Debo realizar mi trabajo de forma profesional y eficaz…muchos dependen de ello.
– ¡Mamá! ¿Qué hay hoy de comer?
– ¡Pollo asado al horno! ¡Un momento, que lo estoy preparando!
Tras la interrupción, prosigo…¡qué horror! En el análisis preliminar no observé que en el orificio inguinal el asesino ha introducido medio limón……