Mis ideas dejan de tener ilación, el tiempo pasa en cámara lenta mientras noto un líquido emanado entre la comisura de mis labios, no reconozco lo que es, la humedad entre mis piernas me demuestra que voy perdiendo el control sobre mi cuerpo.
¿Qué me ha dado Julia? Intento recordar lo que acabo de descubrir, ¿qué es lo que la ha llevado a hacerme esto? Empiezo a tener nauseas, pero mi cuerpo no hace replica alguna.
Intento respirar y tranquilizarme, empiezo a recordar. Estoy en la casa de montaña de Pablo, mi mejor amigo de la infancia, conozco a su futura esposa, agradable, amable, guapa, todo lo que yo quería que Pablo viese en mí. Se me vienen a la mente las notas que le enviaba cuando íbamos al colegio, siempre que las leía me sonreía.
Empiezo a toser, mis ideas son confusas, y veo que estoy encerrada en el almacén de la cocina, no puedo hacer nada, mis brazos están adormecidos, intento tocar la puerta para que Pablo venga por mí. Solo tengo que contarle lo que he descubierto.
Se abre la puerta, aparece Julia, y me dice que voy a pagar por esto, no la escucho, pero ella insiste y la escucho a lo lejos – ¡vas a pagar por esto!, ¿no te das cuenta lo que has hecho?
La escucho sin reconocer de donde viene su voz.
Detrás de la puerta aparece Pablo, mi corazón empieza a latir, intento decir algo, pero no lo consigo. Mi cuello deja de sostenerse, mi cuerpo es sujetado por Pablo, me coloca sobre la alfombra y me cubre con una manta, intento decirle que he descubierto un secreto, pero no lo consigo, empiezo a reconocer el líquido con gusto amargo que sale de mis labios, sangre oscura, intento luchar para que mi cuerpo no se rinda.
Mis palpitaciones se aceleran, mi cabeza solo piensa en que quiero que estemos a salvo, y sé que con Julia nunca lo estaremos, las lágrimas caen por mi rostro sin poder decir nada. Ahí está el, mirándome tiernamente, tocando mis manos, sujetándolas suavemente, me acaricia el cabello, y empieza a darme un poco de agua.
Pablo me mira, me da un beso, y me susurra: – solo así dejarás de seguirme Julia, te lo advertí. Lo siento-.