El Rancho Violeta
Arantxa Maldonado | Equix U

Historia de dos mujeres que vivían en un pequeño pueblo en el campo. Una era joven, de apenas veinte años, y la otra era una mujer madura, de unos cuarenta. Se conocieron un día de verano, cuando la joven estaba buscando trabajo y la madura estaba paseando por el mercado. Sus ojos se encontraron y algo especial sucedió.
La joven Anna estaba recién graduada de la universidad. Es una chica lista y guapa, con el pelo negro y liso que caía sobre sus hombros y unos ojos verdes que parecían dos esmeraldas. La madura Lucía es una mujer muy atractiva, con el pelo rubio corto y los ojos marrones. Había sido una mujer muy exitosa en la ciudad, pero había decidido mudarse al pueblo para alejarse del estrés y la prisa de la vida urbana.
Anna comenzó a trabajar en una pequeña tienda de ropa del pueblo, mientras que Lucía se dedicaba a la jardinería y el cuidado de sus animales en su granja. Las dos mujeres se encontraban a menudo en el mercado o en la calle, y poco a poco comenzaron a hablar cada vez más tiempo cuando se veían.
Ana se dio cuenta de que estaba enamorada de Lucía, pero no sabía cómo decírselo. Era joven e inexperta en asuntos del corazón, y temía que la madura la rechazara. Lucía, por su parte, comenzó a sentir algo especial por Anna, pero no quería arruinar su amistad.
El tiempo pasó y la vida en el pueblo siguió su curso. Anna se mudó a la ciudad para hacer un Máster y Lucía continuó viviendo en su granja. Ambas mujeres se mantuvieron en contacto, pero no se vieron durante algunos años.
Al finalizar el Máster, Anna decidió volver al pueblo para hacerse cargo de la empresa familiar. Se sorprendió al encontrarse con que todavía sentía algo por Lucía, incluso después de tanto tiempo. Se acercó a su granja y la encontró trabajando en su jardín. Lucía la recibió con una sonrisa y le ofreció un té.
Durante la charla, Anna finalmente se atrevió a confesar sus sentimientos a Lucía. Le explicó cómo había estado enamorada de ella desde que la conoció, y cómo nunca había podido olvidarla. Lucía, sorprendida pero feliz, le confesó que ella también había estado enamorada de Anna todo ese tiempo.
A partir de ese momento, las dos mujeres comenzaron una relación amorosa. Fue difícil al principio, ya que muchas personas del pueblo no aceptaban su amor, pero poco a poco fueron demostrando que lo que sentían era real y que el amor no tenía edad ni género.
Finalmente, las dos mujeres aprendieron que el amor verdadero no tiene límites, y que nunca es tarde para encontrar a la persona adecuada.