FRENTE A FRENTE
-En un principio lo puedo confirmar sin ninguna duda al respecto, no tenía la intención y puedo asegurar que tampoco las ganas de manchar mis manos y mi conciencia con un asesinato. No sé si con decir esto tengo alguna posibilidad de salir vivo de esta situación sin ningún temor de esperar represalias en forma de algún tipo de venganza momentánea o madurada con un poco más de tranquilidad, ya que las prisas son malas consejeras para todos los aspectos de la vida.
-No, no me mires de esa manera sentada en el sillón, con las piernas cruzadas desnuda y bebiendo directamente de la botella, y apuntándome con el revólver, si me disparas puede que mañana te arrepientas, yo me arrepiento ya de haberlo matado, pero me pilló de improviso encontrármelo frente de mí en mi propia casa, con intenciones poco sanas, que por cierto como puedo entrar, ¿quizás le abriste tú la puerta mientras yo preparaba algo de comer?, ¿o, quizás te cogió la llave que te di y se hizo una copia? A cuál de las dos preguntas me respondes. No me dejes con la duda de saber si era tu cómplice para matarme a mí. Tengo derecho a saberlo si me vas a matar.
-¡Habla, no te calles, tan solo me he defendido, de no haberlo matado yo él me habría matado a mí y tú lo sabes también como yo que qué lo que te digo es la pura verdad, hace tiempo que venía sospechando que yo era el amante de que se follaba a su mujercita de revista!
Ya veo tu juego me has utilizado para librarte de tu marido, como no he podido darme cuenta antes, es un error imperdonable que he cometido por dejarme llevar por tu belleza y tu destreza en el sexo y el pobre desgraciado que yace en el suelo manchando de sangre mi alfombra con un cuchillo de cocina clavado, seguramente pensaba que lo amabas y que todo era un juego, por qué te aburrías de follar siempre con el mismo, y se volvió loco al pensar que podía perderte y tuvo la gran idea de quitarme del medio, idea que como puedes comprobar por ti misma no le salió con mucha fortuna, he sido el que sea manchado las manos con la sangre de un pobre desgraciado enamorado de quien no debió de enamorarse nunca en la vida. ¿Vas a seguir sin decir nada?, ¿tendremos que pensar, como deshacernos, de los restos de tu enamorado y equivocado marido?
Después no quiero volver a verte, ni quiero saber de ti en mi vida, tu sonrisa me confirma que acierto en mi argumento, has sido más lista que yo, eso lo puede ver hasta un ciego, pero todo en la vida se paga, quien no te dice a ti que mañana no seas tú la protagonista de una historia parecida.
¿¡Sirenas, has llamado a la policía!?, efectivamente, lo tenías todo planeado, pero no entiendo por qué…