Resbala la sangre, lenta, por el filo del cuchillo. Gota. Gota. Gota. Observa su macabra obra, sin realmente ver nada. Gota. Gota. La mirada perdida en el infinito. Oscuros pensamientos. Gota. El grito de una mujer resuena en sus oídos. Un grito lejano. Un grito que lo acompaña. Gota. Gota. Aprieta con fuerza el cuchillo. El rostro, descompuesto. Una mezcla de ira y miedo. Gota. Gota. Gota. Una cuchillada. Otra. Otra. No cesan los gritos. No se callan. Gota. Otra. Otra. Gota. Rabia desmedida guia su mano. Otra. Otra. Donde antes había una cara hay, ahora, un amasijo de carne amorfa. Otra. Otra. Otra. Cada vez con más fuerza. Cada vez con más rabia. Otra. Los gritos siguen sin callar. Otra. Otra. Una sirena en la lejanía rompe el trance. Gota. Detiene el frenesí. Gota. Gota. La vista nublada de lágrimas. Gota. Gota. Dos resbalan por sus mejillas, como una caricia misericordiosa. Gota. Parece que empieza a llover. Gota. Gota. Gota. Gota. Las fuerzas abandonan su cuerpo. Afloja la mano. Resbala el cuchillo. Gota. Gota. Torpes pasos hacía la boca del callejón. Gota. Gota. Los gritos no callan. Perforan su mente. Lo atormentan. Gota. Gota. No callarán por más que lo intente. Gota. Gota. Gota.