Hermana Morfina
CARLOS GONZALEZ | Perdedor

Dogo le cantó al Polígono Sur, le hizo un himno. A Mieres nadie le canta sus vergüenzas y para mí es el peor de los sitios. Solo me gusta ver la montañas, sobre todo cuando el invierno las cubre de nieve. Me encanta respirar profundamente ese aire limpio, que gana por unas pocas jornadas a la contaminación.
En Mieres mucha gente se siente sola y quiere sentirse acompañada, por eso gastan los créditos en droga y bebida, acelerando hasta que la Parca gane la partida y se los lleve al Más Allá, de regreso con los seres queridos que se fueron primero.
Un amigo del barrio quiere montar un chiringuito para vender cocaína. Dice que la de nuestro barrio es la mejor y que por eso la gente la fuma en vez de esnifarla. Yo no lo veo, pero él dice que hay muchos turistas. Y los turistas demandan coca y putas, o eso dice él.
Ya no voy a poder ver la nieve de las montañas durante un buen tiempo, estoy presa en la Cárcel de Mujeres de Asturias acusada de asesinato. Pero no fue así, yo os lo explico. Hace unos meses vino un tío al barrio, decía que era un antropólogo de la Universidad de Oviedo, que quería hacer un estudio sobre los habitantes del barrio y ver las reprercusiones del declive industrial. Yo entendí que nos quería exhibir como si fuésemos animales de zoológico. Un puto pijo de mierda que viene a ganar dinero a costa de nuestras miserias. Y como buen pijo tenía debilidades.
A mí me gusta bailar, muevo muy bien las caderas y sé que hay hombres y mujeres que me desean. Ese pijo me quería follar y por eso me presté al juego de la perversión y lo seduje, pero no sin antes llamar a Pestañas para que nos grabase. Si el pijo ganaba dinero que lo repartiese. Y para que lo repartiese había que chantajearlo.
Jodido Pestañas, puto mocoso, cómo me la preparó. Se alió con el pijo, que le prometió más dinero del que le ofrecía yo. Y claro, yo me volví loca y lo atropellé con el coche. Y ahora a esperar. Mi abogado, que es otro pijo de mierda, dice que me caerán veinticinco años. Y desde aquí no veo montañas, no veo la nieve.
En la cárcel, la gente se crea un personaje y miente. Mi compañera de celda dice que no ha matado a nadie, que fue su marido. Un cabrón que luego le cargó el muerto. Y nunca mejor dicho.
A mí no me engaña. Joder, yo maté y por eso estoy aquí. Maté por una culpa de una traición, por culpa de un vídeo que Pestañas entregó al pijo en vez de a mí.
O eso digo yo, porque el psicólogo de la cárcel dice que también me he creado un personaje.
¿Me estará engañando? ¿Os estaré engañando yo a vosotros?