El fuerte viento levantaba la nieve que había caído el día anterior.
Un grupo de tres alpinistas avanzaba lentamente por la pared helada que les conducía a la cima.
Entre el ulular del viento se oyó un sonido seco. La persona que iniciaba la cordada sintió un golpe que le atravesó el casco y se precipitó montaña abajo arrastrando al resto de sus compañeros hasta estrellarse contra unas rocas.
Dos días más tarde de que recibieran el aviso de la desaparición de los escaladores, la policía encontró sus cuerpos bajo una capa de nieve.
Juan, el sargento que comandaba el grupo de rescate, se percató de que uno de ellos parecía tener un disparo en la cabeza.
En las autopsias que realizó la forense, confirmó este hecho. El resto había fallecido por politraumatismo producido por la caída.
Una semana más tarde, el sargento presentó un informe a su superior donde explicaba las investigaciones que le había llevado a descubrir al asesino.
Se trataba de un detective privado contratado por la mujer del asesinado.
Hacía unos meses que ésta sospechaba que su marido le era infiel y se puso en contacto con esa persona. Todos los jueves le presentaba un documento con fotos y descripciones de lo que hacía su marido.
Durante este tiempo surgió una relación interesada entre ambos, ella se vengaba de su cónyuge y el detective, hombre sin escrúpulos, se beneficiaba de ello.
El día que le comentó el marido que iba a pasar el fin de semana en la montaña, vieron la ocasión para llevar a cabo su plan.
Siguió al grupo que hizo noche en el hostal de un pequeño pueblo. Por la mañana, siguió las huellas que habían dejado en la nieve hasta llegar al pie del monte. Mientras se encordaban para iniciar la escalada, el detective buscó entre las rocas un lugar donde esconderse y tener un disparo seguro y fácil. Dejó que fueran cogiendo altura y cuando pensó que era el momento, disparó.
Cuando volvió para informar a la mujer, ésta había desaparecido. Esto le enfureció sobremanera y al no encontrarla dejó algunas señales para que la policía sospechara de aquella. Los agentes lograron dar con ella quién, despechada por la actuación del detective, acusó a este del crimen. Finalmente, ambos acabaron encarcelados.