LA FIESTA
ELISA PINA CORONADO | LILY

_ ¡Madre mía! Blanca, eres increíble, otra vez vamos a llegar tarde.
_ Que no, que termino enseguida, me falta el rímel y ya estoy. Ah, no, los tacones, espera.
Siempre igual, necesita toda una tarde para ponerse mona, como si no fuera ya toda una belleza.
_ Anda, vamos, que ya estoy.
Nuestra primera salida después de tantas semanas de estudio, exámenes y noches sin dormir, pero merece la pena no dormir una noche más, vamos a pasarlo genial, nos lo merecemos.
_ ¡Ostras! Qué frio hace, tenia que haber cogido otra chaqueta o ponerme menos escotazo, jajaja.
Ya deben estar todos en el pub liándola, con la música a toda pastilla y bailando como locos.
_ Podríamos atajar por la calle de Los Peligros, que la verdad, no hace honor a su nombre.
_ Blanca, no me hace mucha gracia, da un poco de miedo lo estrecha y oscura que es, pero la verdad es que se acorta mucho.
Esta noche de enero es gélida y oscura, al menos ya no llueve, pero no se ve un alma por la calle y las farolas parecen de adorno, no iluminan nada.
_ Espera Elena, que me llaman al móvil, lo tengo que coger, no vaya a ser que se hayan ido a otro sitio y nos quieran avisar. Adelántate tú, ahora te cojo.
Que cabezona es, bueno yo sigo, ahora vendrá, al final nos vamos a quedar colgadas, se van a ir y nos vamos a tener que volver al piso sin fiesta y solas.
_ ¿Blanca? Dónde estás, venga, deja ya el móvil. ¡Blanca, Blanca!
Pero bueno, esto es increíble, ¿ dónde se habrá metido? Encima me estoy helando. ¡Blanca, Blanca!
Ahora me toca volver a buscarla, que pesada es.
_ ¡Blanca! Me estoy preocupando ¿ dónde estás? ¡Si esta calle no tiene salida!
Voy a llamarla y se va a enterar, me tiene harta.
No lo coge, no da ninguna señal, pero ¿ cómo es posible? si yo la he dejado hablando con alguien.
¿Qué hago?, es imposible que haya desaparecido, estaba aquí ahora mismo.
¡Lo que faltaba!, las pocas farolas que tiene la calle se han apagado, me estoy poniendo histérica, voy a encender la linterna del móvil.
_ Elena, corre, huye … ¡zas! todo negro.
Elena, no ha podido oír a Blanca y vuelve por sus pasos, nerviosa, con el miedo en el cuerpo, y de repente, se queda paralizada, ve a Blanca en el suelo, sobre un charco de sangre y de repente, otro navajazo, ¡zas! Todo negro para Elena también.
Ahora da igual el rímel, los tacones…la fiesta ha acabado para ellas, continúa la fiesta para él.