La librería de Gertrude and Adeline
Consuelo Martínez Sánchez | Ivylove

Ya llevaba varios libros en la cesta. Pero aún echaría un último vistazo para ver si había algún libro más de segunda mano que me pudiera llevar.
Olivia vamos a cerrar,- dijo Adeline
Está bien, siento ser tan pesada.
¡Que dices! Siempre eres bienvenida aquí, eres mi clienta preferida.
Que aduladora eres Adeline
20 dólares
¡Guau! 20 dólares seis libros que están nuevos.
Ya sabes que tengo buen ojo para elegir los libros que vendemos.
Hoy iría a comer con las chicas. Era un día caluroso de diciembre y veríamos el desfile del carnaval de navidad de la ciudad.
Mientras esperaba a mis amigas eche un vistazo a las adquisiciones que había comprado. Al abrir uno de los libros había una fotografía entre las hojas que habían pasado desapercibida para mi y para la propietaria de Gertrude and Adeline. Era una chica rubia, pelo rizado y largo. Estaba en lencería erótica. Con una pose en la que el espejo situado detrás de ella estaba estratégicamente colocado para que se tuviera una visión de ella en todos los ángulos.
Detrás de ella ponía simplemente Gloria.
Esa noche no pude pegar ojo pensando en esa chica. Gloria ¿quien sería? ¿que habría sido de ella? Pensaba.
Era una foto antigua, se notaba. Se la enseñé a mi madre, tenia que contar esto que me perturbaba y no dejaba de darles vueltas en la cabeza.
Empezamos a buscar en internet mi madre le sonaba la foto. Mi tía que escuchó el ruido se sumó en la búsqueda, estábamos todos en la casa de abuela Gilda para poder celebrar la navidad.
-¿Gloria? Lily ¿no será la chica que desapareció en mayo del 1984?.- Dijo mi tía, que era conocida por su memoria de elefante.
Internet que todo lo puede nos contestó. Era Gloria, pero en la foto que encontré estaba rubia, pero las fotografías que salían hablando de su desaparición y búsqueda estaba morena.
Está foto es después de su desaparición, estoy segura.
Calla Olivia, déjalo estar
No podía, fui de nuevo a la librería y le enseñé el libro y la foto a Adeline. Empezamos a buscar en los libros que habían venido en el mismo lote.
-¡Bingo! Otra más
Esta vez la cara de Gloria quería decirnos algo, volvía a estar rubia. Después de mirarla detenidamente parecía que tuviera golpes y ataduras. Seguimos buscando, la última se veía mejor. Tenía hematomas que se intentaba disimular. Adeline buscó desde donde venían.
Estábamos en el 907 de Clarence Garden. Vigilamos y vimos salir aún señor de unos setenta años de la casa. Su visión nos dio terror.

El asesinato de Gloria Moore

Se ha bautizado como la casa de los horrores, ya son diez cuerpos encontrados junto al de Gloria en el jardín de Clarence Garden.
Paul Milat pasará mañana a disposición del juez, la policía informa de que está colaborando. Aún se desconoce cómo pasó desapercibida las fotografías de Gloria Moore en los libros que vendió este a la librería de Gertrude and Adeline.