toxicológicas. Ribas sabía que el tiempo corría en su contra, y la presión por descubrir la verdad se hacía cada vez mayor.
Con la ayuda de una psicóloga forense, Ribas descubrió que el asesino estaba tratando de recrear una serie de asesinatos que habían ocurrido hace 20 años, pero que nunca se resolvieron. La psicóloga fue capaz de descifrar la mente del asesino y ayudar a Ribas a establecer un perfil.