Eran las cinco de la mañana de un día cualquiera del mes de marzo del año 2018, Aitor e Iker estaban cerca de terminar su ronda nocturna, sólo les quedaba una hora para acabar el turno; cuando derrepente Aitor dió un grito de asombro y terror al mismo tiempo.
* Para Iker creo que he visto algo.
Aitor se baja del coche patrulla sin pensarlo y llega a una piedra muy grande que hay al principio de la montaña de Urbasa. La piedra estaba toda llena de sangre y con restos de lo que parecía ser piel y cabello de alguna persona.
* Iker corre pide refuerzos algo a pasado aquí.
Iker pide ayuda por radio y seguidamente va donde está su compañero mirando atónito algo que no se podían creer.
A los pocos minutos llegan dos coches de la Policía Foral y uno de la Guardia Civil, ningún agente había visto nada parecido nunca; una escena tan sangrienta que parecía sacada del mismísimo infierno.
Pasaron unos cinco minutos y se hizo un silencio aterrador nadie decía nada; comenzó a soplar fuertemente el viento, los árboles se movían sin parar y las hojas comenzaron a emitir un leve sonido al golpearse entre ellas. Uno de los agentes de la Guardia Civil se aproxima con una linterna para inspeccionar el lugar y poder aclarar y entender lo que había sucedido, al acercarse se dió cuenta que detrás de la piedra habían dos cadáveres casi irreconocibles, estaban en muy mal estado, no por el tiempo que llevaban muertos que se veía que era reciente; sino, por como los había dejado el autor o autores de los hechos, se percató que uno de los cadáveres había sido decapitado; enseguida dieron aviso a la Policía Forense para que se hicieran cargo del caso.
Al llegar al lugar los forenses, examinar lo que allí se encontraron y tomar muestras del lugar, procedieron al levantamiento de los cadáveres del cual a uno de ellos nunca se le encontró la cabeza. Al realizar las autopsias y todas las investigaciones pertinentes se aclaró que se trataba de dos hermanos de un pueblo muy cercano al lugar donde fueron hallados, se llamaban Uvi y Abiko, muy conocidos en el lugar.
Cinco años más tarde se sigue sin saber quién o quiénes cometieron tal atrocidad y el motivo de tan crueles asesinatos, tampoco a aparecido la cabeza de uno de los cuerpos, por más que se ha buscado sin parar.
Los vecinos del lugar cuentan que a menudo se escuchan voces de lamento pidiendo a gritos que le devuelvan su cabeza. Obsesión, ficción, cuento o realidad, pues no se sabe pero la piedra ya se conoce como » La piedra sin cabeza» recibiendo montones de visitas todos los años.
Y el conocido caso de los hermanos de Urbasa, otra misteriosa historia que a día de hoy sigue sin resolverse, sin saber si el asesino vive entre nosotros…