LO QUE ESCONDE JACKSON…
MARTA PERELLÓ BATALLER | MARTA

De repente se quiso ir. Tras un largo viaje de 3 horas de coche hasta mi destino, y una agradable cena quería volverse. No entendía el por qué. Me insistió en que tenía médico. Ya…me quedé pensando, y por eso vienes hasta aquí a altas horas de la noche y simplemente, para cenar. «Quería verte», me contestó. Perdóname, pero pasé por alto que tenía médico mañana. «No pasa nada». Le contesté.
Pocos minutos después de cenar bajó a la calle. Sabía que tramaba algo pero no el qué. Le llamé por teléfono. No daba respuesta. Número ocupado…llamada en espera…cosas así ocurrían cuando cada vez que terminábamos de cenar y se bajaba a «fumar».
Desconfiaba totalmente. Entonces, salí a la calle. Quería saber ya que estaba tramando. Por qué siempre bajaba a la calle después de cenar, ya que muchas veces decía que era para fumar, pero ya no me lo tragaba. Ahí había algo más, que me estaba ocultando desde hacía ya tiempo…
De repente, bajando por las escaleras se fue la luz. No encontraba el interruptor y casi que termino cayendo por las escaleras de aquél triste hostal. Pues era el único en aquella zona montañosa, situada a lo lejos de la ciudad. Abrí la puerta y salí a la calle. Estaba todo muy oscuro, hacía frío y no se escuchaba ni el más mínimo ruido. Anduve sola por las calles más cercanas. No pude observar nada..no lo veía…
Al cabo de un rato volví a subir y me metí en la cama. Poco después subió el… Me puse como histérica, preguntándole dónde había ido y por que no me cogía el teléfono. Eso no se le hacía a una pareja. A lo que tranquilamente me contestó que estaba en la placeta cercana y simplemente fumando, como siempre. Además, me dijo que dejara ya esta actitud pueril. Pues no entendía por qué podía imaginarme cosas extrañas de él, si ya llevábamos varios años..
Entró a la ducha. Aproveché para coger su teléfono. Era listo…lo había dejado justamente en la mesita, de manera que al salir de la ducha pudiese ver si se lo había cogido…Me metí en sus contactos y conversaciones. Pude ver que su última llamada era a un tal «Pesado»…¿Quién sería?. Aquella noche, apenas dormí. Además, vi que había visto recientemente una foto de un niño, eran igualitos. El día siguiente en el trabajo no me paraba de preguntar quién podría ser esa persona por la que cada noche bajaba a «fumar» . Y…tendría que ver el «tengo que ir al médico» con que tendría otra?
No podía aguantar más. Aproveché para llamar a esa persona. Pues había quedado con mis amigas y notaban en mi una preocupación que necesitaba subsanar. Llamamos desde dentro de mi choche. Me respondió una mujer. Escuchamos enseguida unos pasos. La mujer se puso a correr y gritó. Nos quedamos asustadas. De repente colgó.
Había quedado con el después…¿Quién era aquella mujer? «Lo tengo hoy complicado «le envié. ¿Sería a la larga un posible secuestrador?…Extraigan sus conclusiones.