Moisés Sánchez
Marcos Montesinos Martí | Marcos

22 de marzo de 2023, 10:00 horas.

Me llamo Moisés Sánchez. Soy el director adjunto operativo de la comisaría de Alicante. Vivo aquí desde que nací. Mis padres, ambos alicantinos, presumen de mí, de su único hijo, con la cabeza bien alta. Me admiran. Joven, buen trabajo, querido por todos. La verdad, lo pienso fríamente y yo también me lleno de orgullo.

Como todas las mañanas, desayuno con mi equipo en el bar de Isabel. Allí, les comento las tareas a realizar en el día. Llevamos varios meses detrás de un hombre, del cual se desconoce su apariencia, edad e incluso su nombre. Solo se sabe que es un hombre y que se dedica al tráfico de estupefacientes. Lleva ya un tiempo inundando las calles de Alicante con sus famosas pastillas. Todos los jóvenes de la ciudad conocen su existencia pero nadie aporta información. Quizá por miedo, por respeto o por coacción. Si pudiera leer esas mentes…

Una vez hemos tomado nuestro bocadillo, Isa nos saca el café. Me apoyo en la parte limpia del mantel para tomármelo, terminamos de planificar el día y nos ponemos manos a la obra.

22 de marzo de 2023, 21:00 horas.

Tras una larga jornada laboral, ya estoy en casa. El avance de hoy ha sido notorio. Cada vez tenemos menos cabos sueltos. El círculo cada vez es más pequeño. Estamos cerca. Mi equipo es bueno, confío mucho en nosotros.

23 de marzo de 2023, 03:00 horas.

Me dicen «El Loco´´. Voy por la A-7 camino de Valencia. Allí, me espera un conocido con el que hago frecuentes negocios. Voy con algo de prisa, a todo lo que da mi viejo Mercedes C230.

23 de marzo de 2023, 05:30 horas.

Con el coche cargado de material, voy de vuelta a Alicante. Siento algo de hambre, así que decido parar a comer algo en un bar de carretera.

Tras la cena, decido tomar un café. Me mantendrá alerta en lo que queda de viaje. El camarero me retira el plato sucio, y yo, antes de que me traiga el café, doblo el mantel de papel para tapar las manchas y así poder apoyarme sin ensuciarme.

23 de marzo de 2023, 10:00 horas.

Hoy estoy algo cansado. No habré descansado bien. Me encuentro en mi despacho cuando de repente;

¡ Comisario Sánchez ! -exclama uno de mis pupilos.

Dime Martinez, ¿qué ocurre? -le pregunto con tranquilidad.

Es la hora del almuerzo, los compañeros están ansiosos por ir al bar. – me responde apurado mientras sus compañeros miran atentamente al fondo.

Ya en el bar, como siempre, planteo el itinerario del día. Isa nos va a sacar el café. Yo, como todos los días de mi vida, doblo el mantel de papel. Me quedo parado unos instantes. ¿Qué me pasa? Decido ir al cuarto de baño. Al mirarme en el espejo veo todo en mis ojos. Soy yo. Me he vuelto loco. Me estoy investigando a mi mismo. No tengo escapatoria.