Eres fuerte.
Me digo cada día cuando me permito mirarme a los ojos a través del espejo.
Eres fuerte y puedes con esto.
Sigo repitiéndome para que cale, para que llegue al fondo de mi mente, corazón y alma. Para grabarlo a fuego en mis entrañas.
Eres fuerte y puedes con esto y con más.
Porque no hay techo para el sufrimiento. Porque siempre todo puede ir peor.
Porque esa bala no era para mí. No llevaba mi nombre aunque pudiera haberlo llevado.
Eres fuerte y puedes con esto y con más.
No te toca a ti llorar hoy.
Hace un año que le enterramos con honores. Mientras su pareja no era capaz de encontrar consuelo en nada ni nadie. La mirada triste y devastadora en los ojos de sus hijos.
La mirada rota de todos los que le queríamos y apreciábamos.
El sonido de la bala impactando en su cuerpo. El golpe seco al caer al suelo detrás de mí.
Su último deseo. Su último suspiro.
Mi bloqueo. Dejar que se escapara.
Mi placa y mi arma en la mesa de mi superior.
Eres fuerte y puedes con esto y con más.
Un año hace que no piso comisaría y cada día que pasa más convencido estoy de que no debería estar respirando.
Su mirada no se me olvida.
Eres fuerte y puedes con esto y con más.
Hasta que las murallas caen, todo revienta y exploto desde dentro.