El comisario y su ayudante entraron en la habitación de la víctima. Estaba claro, ya no le cabia ninguna duda, es un asesino en serie, dijo en voz alta el comisario, la postura de la víctima coincidía con las otras cuatro, incluida la firma del asesino, a todas les faltaba un diente, como cuando duermes esperando al ratoncito perez.