Era una noche de invierno, fría y lluviosa, el frío se calaba en los huesos haciendo que costara reaccionar, ya que era frio de humedad. Yo estaba a punto de terminar mi turno en aquel centro comercial, el día había sido largo y desagradable, propio de las fechas Navideñas, la gente cada vez es más maleducada, pero por fin aquel día había terminado.
Cuando me monte en el coche algo hizo llamar mi atención, fue un frenazo de un coche a dos calles de donde me encontraba, después un grito de alguien, pero demasiado corto. Al intentar acercarme y ver lo que había ocurrido, apenas pude ver la parte trasera del coche, en donde solo se podía distinguir al conductor y no se distinguía la matricula, ya que estaba muy sucio, imagino que por haber pasado por encima del charcos. Pensé en seguirlo, pero a la vez me dije que habría sido algún gato que se le cruzo y el grito, sería por el sobresalto. Así que me fui a casa a descansar hasta el día siguiente, que me tocaría turno doble.
Me levante tarde, porque se me olvido poner el despertador en hora y así apenas, pude pensar en lo ocurrido anoche. Llegue de nuevo a mi trabajo de reponedor, la gente cada día más maleducada, lo que hacía que mi trabajo fuese más tedioso. Pero ese día me mandaron a almacén, lo que hacía que no entrase en contacto con la gente y el tiempo pasase más rápido.
Llego la hora de irme y en el parking, volvió a ocurrir lo de la noche anterior, un frenazo, un grito y un coche a toda prisa. Pero esa noche, algo me hizo ir detrás del coche, no se porque lo hice, ni lo que buscaba, pero lo hice. Conduje siguiéndolo, durante 2 horas, hasta que llegamos a un paraje apartado y lúgubre, con una arboleda que la hacía casi impenetrable. Me quede alejado y vi cómo se dirigía a una cabaña en el bosque, una cabaña de antiguo leñador. Lo sorprendente es que salió a recibirlo una mujer y un niño en silla de ruedas, conectado a un gotero.
Del coche, saco una bolsa enorme, la cual se movía, parecía que había algún animal dentro, y la introdujo en casa junto a su familia.
Una vez que entraron, me acerque a ver algo y vi que el hombre, tenía a varias personas atadas y conectadas a maquinas, las cuales, le sacaban sangre y la analizaban. En esa misma habitación, vi varias fotos de un médico que se parecía mucho al hombre en cuestión.
De pronto vi como el hombre cogió a una chica y transformo la silla donde estaba atada en una cama de quirófano e iba a operarla, pude ver como en una de las maquinas ponía 95% compatibilidad. Aviso a voces a su hijo diciéndole que lo iba a curar, que le trasplantaría el corazón.
Tuve que llamar a la policía, mientras él decía, ¡Hijo tengo tu regalo!