Sábado, 4 de marzo de 2023. 09:22 horas.
«Otro que decora la pared con sus sesos» pensó. El investigador privado José Benavides se puso unos guantes negros de nitrilo y dio un paso atrás para tener una mejor perspectiva de la imagen de muerte que tenía ante él. Sentado en un sillón frente al un escritorio de nogal, el famoso chef de fama internacional Fernando Adriano aparecía con la cabeza abierta por la parte trasera, desparramado en el sillón con el brazo derecho colgando y la mano todavía sujetando la pistola. La pared trasera, que por lo general era de color azul pálido, aparecía vestida de lunares rojos y pequeños trozos de materia gris salpicando aquí y allá, dándole un aspecto que, mirando desde lejos y sin saber de qué material se trataba, se veía bastante bien, pues le daba un toque más moderno a la pared. Benavides se agachó y olfateó el cañón de la pistola. No había duda, esa era el arma, pues además del olor que desprendía, todavía pudo percibir el de la cordita en el ambiente. Se fijó en la pantalla del ordenador portátil del muerto, y constató que debía haberse disparado mientras confeccionaba el menú para la semana siguiente. Vio que tenía varias pestañas abiertas, así que comprobó qué más estaba haciendo el bueno del chef antes de tomar tan drástica decisión, y lo que vio, le heló la sangre.
Viernes 24 de febrero de 2023. 22:30 horas.
-Su majestad, con los mejores deseos del Chef -Sonrió el camarero mientras servía sesos de cordero ahumados y “eminces” de solomillo de ternera con espuma de tuétano, y explicaba el plato al monarca. Era el plato fuerte de la velada de esa noche, ya que Fernando Adriano había confeccionado el plato en exclusiva para este evento. La cena terminó con una macedonia de frutas en diferentes texturas y una copita de vino dulce. El monarca agradecido rompió el protocolo entrando en la cocina para saludar al Chef, algo que se destacó en los informativos del día siguiente.
Domingo 5 de marzo de 2023. 14:43 horas.
«Aparece muerto el Chef internacional Fernando Adriano. Al parecer, se habría quitado la vida por causa de una grave depresión que llevaba sufriendo durante varios años». José Benavides no se molestó en terminar de ver las noticias y apagó asqueado el televisor. De nada sirvió su llamada a la central de policía ni tampoco haberles dejado el caso medio resuelto. Fernando Adriano se quitó la vida después de recibir un email con unas fotos a todo color. Su Sous-Chef había instalado una cámara intentar ver el proceso del nuevo plato que el Chef iba a ofrecer a su majestad el Rey y lo que obtuvo fue del todo sorprendente: Las rebanadas finas de solomillo no eran de ternera sino de perro. Peor fue la elaboración de la espuma de sesos, pues lejos de ser de cordero, las imágenes mostraban a Adriano degollando y abriendo la cabeza de un gato de pelaje atigrado.