Un hombre está tendido en medio de la acera boca abajo lleva una gabardina y una gorra de la caja Rural a escaso centímetros de él . Una multitud de curiosos rodean el cuerpo a la distancia que marca el policía local, que ha sido el primero en personarse en el lugar de los hechos.
De un coche sin la ITV al día, bajan dos agentes de paisano, Carlos se queda rezagado, se agacha a coger algo del suelo. Luis, que es el nombre del otro agente, le hace una señal para que no se quede atrás. Una vez los dos agentes están al lado del cuerpo, Luis hace saber al policía municipal que su trabajo de vigila ha llegado a su fin.
– ¿Qué impresión percibes a simple vista? -Pregunta Carlos a Luis.
-De momento que está muerto y bocabajo. – Responde Luis en tono irónico.
– Es un hombre caucásico, de poco mas de cuarenta años, lleva viviendo en España desde hace diez años.
– ¿Me estás vacilando? -Pregunta Luis.
– No. Es más que evidente.
– Eso se tendría que confirmar
Luis le enseña el lo que anteriormente ha recogido del suelo. Es el documento nacional de identidad del hombre que está bocabajo en medio de la acera.
-Ya sabes la policía no es tonta, ve colillas…pues aquí han fumado.
Una joven con un abrigo largo, que está detrás de ellos, y que ha escuchado la banal conversación. Pregunta:
– Estoy segura de que sois los más aventajados de la comisaria.
– ¿Te lo dije? Este era un caso importante, y solo mandan a los mejores. -Comenta Luis eufórico.
-No te vengas arriba, que creo que lo ha dicho con ironía. ¿Se puede saber quien eres tú? -Pregunta Carlos a la joven.
-Será la secretaria judicial, aunque le veo más aspecto de forense.
– ¿Tengo aspecto de forense?
– Ves, acabas de ofender a la señora. -Dice Carlos a Luis.
-Además de forense tengo aspecto de señora.
– Bruto, es una señorita forense.
– Yo no soy forense.
– Es la secretaria judicial para levantar el cadáver.
– El levantamiento del cadáver lo hacen los jueces. -Dice Carlos.
– Entonces no es señora ni señorita es su señoría.
-Pues usted dirá señoría. -Comenta Carlos.
– ¿Qué hacemos? ¿Peritamos la zona? ¿interrogamos a los testigos?
– Cierra el pico, y dejemos que haga su trabajo.
-De momento le dais la vuelta.
Cuando los policías le dan la vuelta al cuerpo, se dan cuenta que la única ropa que lleva es la gabardina y que está ebrio y vivo. La joven se abre el abrigo y les enseña el uniforme rosa que lleva debajo con unas letras bordadas que ponen “Residencia de salud mental S. José”.
-Póngale estos calzoncillos y lo lleváis a la residencia.
– Joder, solo es un loco exhibicionista – Dicen Carlos y Luis al unísono
– Evidentemente si hay colillas, es que han fumado.