Solís
Como todos los días, durante su paseo, miró el salto en la numeración entre las casas 29 y 33. La placa con el número no había sido repuesta y un cerco claro se perfilaba en la pared. Los ladrillos que sellaban la puerta evitaban la entrada de okupas. Las ventanas, protegidas con rejas de arabescos, empezaban a oxidarse y una de las hojas, salida de sus goznes, quedaba entreabierta dejando ver un trozo de cortina que antaño fue blanca y ahora lucía desgarrada y sucia. Pensó en la dejadez del ayuntamiento y la poca utilidad del pago de sus impuestos. La casa llevaba sin el cartel siete años.
A paso lento regresó a su vivienda y, con parsimonia, sacó el portafolios donde guardaba recortes de periódicos que hacían referencia al asesinato de dos hermanas en la calle Solís 31. Todos los noticieros y la prensa de aquellos días hablaron de un brutal apuñalamiento a dos mujeres de mediana edad. Descartaron el móvil del robo, ya que las joyas y el dinero seguían en el domicilio cuando encontraron los dos cadáveres. La policía afirmaba que había un sospechoso a punto de ser detenido.
Una sonrisa burlona apareció en su rostro y decidió que había llegado el momento de iniciar su cacería anual. Desplegó un mapa en la mesa de la cocina y señaló con el dedo una localidad al azar; comprobaría si allí las fuerzas del orden público le daban mayor rendimiento a sus tributos. Después, en su anticuada colección de callejeros, buscó si existía la calle Solís en la ciudad elegida y con un poco de suerte también estaría el número 31. Recordó que desde hacía siete años, en cada una de las ciudades escogidas, esa numeración correspondía a un bloque de pisos, lo que le hizo desistir de su intención por el mucho trabajo que suponía.
La foto de los gatitos del calendario le provocó una mueca tierna y, deleitándose, rodeó el día 31 con un trazo grueso de rotulador rojo. Enrolló el mapa, embaló sus pocas pertenencias y, con ánimos renovados, se dirigió a la estación de autobuses, no sin antes quitar del buzón la etiqueta con un nombre cualquiera y el apellido Solís.