Subía en el ascensor. Se miraba al espejo pero solamente veía la cara de aquella preciosa chica llorando y gritando: “Ya no hay boda”.
Abrió la puerta de casa. Linda lo recibió rozando su pierna y él la cogió en brazos.
–Hola amor.
–¿Es a mí?
Soltó el felino mientras entraba en la cocina y besaba a Salomé.
–A ti también. ¿Qué tal?
–Estoy preparando huevos con calabacín.
–¡Nooo!
–Sí
–¡Mmm!
–¿Alguna novedad?
–Resuelto el caso Lauren Bacall. –Le habían puesto ese nombre porque cuando apareció en la oficina, apoyada en el marco de la puerta, le recordó la escena de “Tener o no tener”. Y él se sintió un poco Humprhey Bogart.
–¿Es usted el detective que llaman “Abuelo”? –Dijo Patricia, así se llamaba, al sentarse. De cerca era más bonita aún.
–Criminólogo.
–No tiene pinta de abuelo.
–Es un apodo.
–Estoy a punto de casarme… Pero mi novio me engaña.
–Cuesta de creer.
–Lo sé.
Eso fue hace una semana. Cogió pan y mojó la yema mirando a Salomé.
–Tenías razón. “El enemigo en casa” –Refunfuñó él.
–No hay hermanas dijiste… ¿La madre? ¡Dios mío!
–Es una mujer atractiva y divorciada. Hablé con ella y entendió enseguida soltando una carcajada. “Me gustan más hechos” dijo. “Usted ya sabe” insistí, “los jovencitos…” No pude terminar. “Jamás le haría eso a mi hija” respondió.
–Abuelo no te hagas de rogar. ¿Quién es?
–Hermanas no, pero tiene un hermano.
–¡Nooo!
–Sí. Y hay más. -Comió calabacín cerrando los ojos.
–¡Venga! Sigue.
–Ayer el novio fue a ver a Patricia. Aparqué cansado de vigilarlo durante días sin resultado. Ya estaba convencido de que todo eran fantasías de una chica celosa, cuando por el retrovisor vi un cochazo. No aparcó delante del portal sino un poco más arriba, justo a mi lado. Tenía los cristales tintados pero el nuestro también. Levanté la cabeza después de apuntar la matrícula y ahí estaba, subiendo al cochazo, el hermanito.
–¿Y?
–Los seguí por curiosidad atravesando Barcelona mientras llamaba a Raquel, que tardó dos minutos en darme el nombre del propietario del Cupra. ¡No lo vas a creer!
–Un futbolista.
–¿Eres adivina?
–Si fuera del “artisteo» no sería increíble.
–Un futbolista muy “top”. El nombre es…
–No me interesa.
–Vale… Subieron por la Rabassada y pararon en un arcén. Tuve que continuar y aparcar lejos. Caminé un rato; saqué la cámara. Estaban fuera del coche besándose y grabé material suficiente.
–¿Esto qué tiene que ver con Patricia?
–Hoy abordé al hermano en la calle. Sospechaba, llámame retorcido, que él era “la amante». Le enseñé la grabación y palideció. “No se puede hacer público. ¡Haré cualquier cosa!”, suplicó. Al final aceptó confesar. Pregunté cómo hacían para enrollarse. “No sabe lo que tarda mi hermana en estar arreglada”.
–¿Tan guapo es?
–Pequeñito pero con mucho encanto y seducir “heteros” le parece un juego… Además, la naturaleza ha sido muy generosa con él. Ya me entiendes.
–¿Y tú cómo lo sabes?
–…Está grabado.
–Muéstrame el video.
–No.