‘-Baja
Menuda cara puso cuando vio el vehículo que nos habían asignado para hoy, llegó resoplando desde su portal y no paró de maldecir mientras rodeaba el R12. En cuanto se sentó, bajó con esfuerzo chirriante la ventanilla y lanzó con rabia el cigarrillo a la calle pues sabía que no me gustaba que fumara en el coche que bastante mal olían ya, tan compartidos y poco cuidados como estaban.
– ¿Qué tenemos hoy? ¿A qué tanta prisa? me he dejado media tostada y ni peinarme me has dejado.
El agente al cargo de impedir a los curiosos acercarse levantó la cinta policial y bajó la vista a modo de saludo.
– Buenos días, detectives aquí tienen otro regalito, a primera vista y a falta de los resultados de las pruebas todo señala al autor de los últimos tres- el forense sonó menos jovial que habitualmente. La sospecha de encontrarnos ante un asesino en serie abrumaba a toda la unidad reunida enfrente de un gran panel blanco con fotos y flechas que unían localizaciones y anotaciones que seguían lejos de resultar aclaratorias de momento.
-¿Alguna novedad? ¿Algún testigo? ¿Nadie vio nada tampoco esta vez? Si seguimos así me van a crujir los de arriba y ya sabéis como me pongo cuando me tocan las…
La entrada del Inspector Jefe interrumpió el inicio de mi torrente de lindezas.
– Caballeros, me acaba de llamar el Sr. Ministro. No hace falta que diga nada más. Y sepan que cuando me entere quien lo filtra a la prensa no le voy a dar tiempo ni a despedirse de su familia. Salgan todos de aquí y pónganse a trabajar necesitamos resultados ya, ya no, ayer. Fuera. Tú quédate.
-Señor
-Ni señor, ni señora, no me… sabes lo que tengo encima por tu culpa y la panda de incompetentes que llamas tu equipo. Te apoyé para montar esta sección porque me pareció interesante, novedosa, que no la había en ningún sitio, me la describiste como un cuento de hadas, como algo bueno para la comunidad y que no nos traería problemas, sobre todo a mí, que tú los solucionarías, cargarías con la responsabilidad. ¡Qué responsabilidad ni qué niño muerto! Tengo encima a la prensa, al ministro, al sursumcorda, no me…
– Perdona, jefe. La verdad es que estamos desbordados: cuatros casos parecidos en menos de dos semanas y tienes razón con lo de la prensa, no se quien ha sido todavía pero te prometo que te serviré su cabeza en bandeja como Salomé.
-Déjate de salomés, no me… tráeme al autor de estos crímenes antes de que acabe la semana u os pongo a todos de patitas en la calle. Que me vaya a dar un infarto por cuatro perros despanzurrados por toda la ciudad no me lo hubiera imaginado nunca. Despídete de tu Unidad Central Operativa de Protección Animal o cómo demonios se llame la fantasmada esta que me vendiste.