Ha sido el mayordomo.
¿Porqué dices eso? Preguntó la joven juez, mirando a aquel intrépido detective de homicidios
Siempre es el mayordomo en estos casos, además no hay nadie más en la casa,no se ha forzado la entrada y en sus manos está la sangre de su víctima.
Mientras, el mayordomo lloraba desconsolado mirando el cuerpo desvencijado en el suelo de su jefe y amor platónico.
Es por eso que cuando se lo llevaron esposado no dijo nada.
Asunto arreglado,dijo el detective de homicidios.
No corra tanto, la sangre en las manos del mayordomo se puede deber a que intento reanimarle y además, de querer matarle.
¿No cree usted que tendría momentos más oportunos que este en el que todo le declara el culpable?
Pero la evidencias, decía el detective, le culpan clamorosamente.
¿Estaba casado el muerto?
Lo estaba.
¿Y donde se encuentra su mujer?
Han ido a avisarla,está al parecer en un balneario.
¿Al parecer? ¿No lo sabe con certeza?
Reúneme a toda la familia y habitantes de la casa en el salón en cuanto los tenga localizados.
Al cabo de unas horas estaban allí todos los interesados, los dos hijos del difunto, su mujer ,su hermano, las tres sirvientas y el mayordomo detenido.
¿A quién pertenece la pistola con la que le han matado?
Al difunto señoría, dijo el detective.
¿Que huellas tiene?
Ninguna señoría, esta limpia .
¿Restos de pólvora en el mayordomo?
Ninguna señoría.
¿Sigue pensando que es el mayordomo?
Si señoría, pudo usar guantes y luego tirarlos.
O sea que le cree tan listo como para eso, y tan tonto como para tener en sus manos la sangre de su jefe.
¿Dónde estaba usted? Preguntó a la mujer del muerto.
En un balneario.
¿Y ustedes dos? Preguntó a los dos hijos.
Jugando un partido de tenis.
¿Ustedes tres? Preguntó a las sirvientas.
En la cocina preparando la comida .
¿Y usted? Le dijo al hermano.
Viendo el partido de tenis de mis sobrinos.
Vaya todos con buenas coartadas entre si, que casualidad.
Si ya ve, dijo al mujer del muerto.
¿Que pìensa hacer?
Detenerlos a todos por homicidio.
¿Pero que dice usted?
Tengo aquí el testamento de su marido, se lo dejaba todo al mayordomo, su actual amante, por eso se dan coartadas entre ustedes que están compinchados para asesinarlo.
Pero tenía razón usted detective, detenga también al mayordomo.
El fue la mano ejecutora,pues de recibir todo el dinero se lo llevarían sus acreedores, pues es un jugador empedernido,de esta otra manera llevaba su parte en mano y el resto lo heredaba la familia ,amén de la servidumbre para callar la boca.
Un crimen en familia, y nunca mejor dicho.
Fin