La escena parecía sacada de una fotografía post mortem de la época victoriana, la única diferencia era que la pareja que tenía ante ella no habían fallecido recientemente, es más, el color verde-azulado de la piel y el fuerte olor a carne podrida daba a entender que llevaban días así.
Habían recibido una llamada por parte de un vecino del edificio advirtiendo del olor que desprendía la vivienda y que a pesar de que miembros de la comunidad habían llamado a la puerta más de una vez, nadie parecía encontrarse allí. Este fue el panorama que se encontró la policía al entrar en la vivienda: a simple vista, dos personas estaban sentadas en la mesa del comedor, uno enfrente del otro, a punto de comerse la comida en la mesa. Pero cuanto más se analizaba el panorama, más inquietante se volvía. Un listón de madera colocado sobre la columna vertebral subía hasta los cráneos de ambos, fijados éstos por un clavo permitiendo así que las cabezas no cayesen con su propio peso. La boca del hombre estaba sellada con hilo de sutura mientras que la de la mujer tenía costuras estratégicas que le permitían mostrar una gran sonrisa. No parecía resaltar nada más en la escena del crimen hasta que la atención de la agente cayó en una de las manos de la mujer. Un papelito bien doblado se encontraba en ella y lo que contenía en su interior dio paso a la confusión.
“Las conversaciones siempre son peligrosas si se quiere esconder alguna cosa” leyó su compañero. “¿Qué demonios significa esto?”. Pero la agente ya se encontraba mirando fijamente el cuerpo del hombre.
Entró a la cocina de la vivienda en busca de unas tijeras y al volver cortó con dificultad el hilo de sutura que sellaba la boca del cadáver. Del interior de esta extrajo otro papelito: Tres de mis impresionantes obras en un mes. El cuerpo policial no para de acumular fracasos.
En las dos últimas semanas se encontraron dos escenas de crimen más dónde acciones corrientes eran representadas por cadáveres y a pesar de investigar día y noche, ni una sola idea de quién podía estar detrás de estas atrocidades se le ocurrió a la policía. Después de la representación de hoy y de dejar claro que estaba jugando con ellos, la agente dedicaría todo su tiempo en atrapar al “Asesino post mortem”.